SOBRE MÍ

Mi nombre es Gisela Serra, tengo 23 años y soy de Barcelona. Soy una combinación explosiva entre sensibilidad, impulsividad, y pasión. Cuando disfruto de una obra de arte, del tipo que sea, siento un huracán de vida dentro de mí. Una sensación indescriptible, como la primera vez que escuchas esa canción especial, esa película que nunca te cansarás de ver. Me vuelco en la historia, formando parte de esa realidad paralela.

Lo mismo me pasa con la música, tiene algo magnético que hace que nos sumerjamos en ella, que miremos hacía dentro y le demos cuerda a esta maravillosa utopia, denominada, imaginario. Cada historia, cada personaje nos lleva a un lugar diferente, a un sentimiento. Emocionarse. Esa sensación de piel de gallina es la que me viene a la cabeza cuando pienso en ello.

El cine y la música siempre han sido dos de mis debilidades. Desde pequeña he crecido en un ambiente cinematográfico. Las películas eran parte de una tradición familiar en casa, cada sábado por la noche tocaba descubrir una nueva historia todos juntos. Siempre he pensado que no he nacido en la época que me tocaba. Veo el mundo de la misma forma que mis padres y mis abuelos. Retro dirán algunos. Con eso me refiero que entiendo el mundo con una sensibilidad chapada a la antigua. Envuelta en vinilos, analógicas, radiocasetes, blanco y negro. La sutileza de lo imperfecto. Justo eso. Me identifico con el cine de autor. És la forma más precisa de contar una realidad, de empatizar con los personajes.

Me gusta observar a la gente diariamente. La magia de las miradas, del silencio. Cuando voy por las calles de Barcelona, en el bus, en la terraza de mi casa,… mi cabeza no deja de crear escenas. Imagino cómo todas esas imágenes que pasan por mi cabeza se verían reflejadas a través de la cámara, y busco en mi cabeza, hasta encontrar, la canción que le iría como anillo al dedo. Entro en una especie de burbuja, de la que no quiero salir. Muchos no la entienden. Pero ese, es mi sitio. Ese lugar irreal en el que me quedo creando hasta la madrugada.

Aún que una parte de mí siempre ha sentido curiosidad por la parte más técnica del cine, ahora me coloco delante de las cámaras. Ahora soy yo la que esta narrando la historia. Son mis labios y mi rostro los que guían al espectador. Actuar vendría a ser como tener una doble vida por unos días, semanas, meses. Zambullirse en un sueño, ver desde tus ojos la realidad de ese personaje. Sentir esa fusión. Dualidad. Poder encarnar las capas de un personaje es una sensación mágica. Descubrirlas poco a poco y, como si se tratase de un puzzle, un día te levantas y has creado una trama llena de matices, colores y emociones. Me siento privilegiada al poder ser participe de los dos mundos, delante y detrás de las cámaras. Eso me permite entender, empatizar y jugar mucho más, como cuando era niña.



CURRÍCULUM

MUSICALMENTE HABLANDO